Las historias más espeluznantes de la Biblia: Capítulo 3: La Masacre de los Inocentes

 

Capítulo 3: La Masacre de los Inocentes

La historia de la masacre de los inocentes es uno de los episodios más oscuros en los relatos del nacimiento de Jesús, mostrando la brutalidad del rey Herodes y su temor a perder el poder. Al enterarse del nacimiento del "rey de los judíos" por los sabios que llegaron del oriente, Herodes se sintió amenazado. Estos magos habían visto una estrella en el cielo que señalaba el nacimiento de un nuevo rey y vinieron a adorarle, lo cual perturbó profundamente a Herodes.

Herodes, actuando con astucia, convocó a los sabios y les pidió que, después de encontrar al niño, regresaran para informarle, bajo el pretexto de que él también deseaba adorarle. Sin embargo, su verdadero propósito era eliminar cualquier amenaza a su trono. Los sabios, advertidos en sueños de no volver a Herodes, regresaron a su país por otro camino, frustrando así los planes del rey.

Al darse cuenta de que había sido engañado, Herodes se enfureció. Determinado a asegurar su posición a cualquier costo, ordenó una acción despiadada: la matanza de todos los niños varones menores de dos años en Belén y sus alrededores. Esta orden cruel tenía como objetivo eliminar al recién nacido rey, quien, según los profetas, sería el Mesías.

La ejecución de esta orden resultó en una tragedia inimaginable. Familias enteras quedaron devastadas mientras los soldados de Herodes cumplían con la orden real. El lamento y el llanto llenaron las calles de Belén, resonando con el dolor de madres y padres que perdieron a sus hijos. Este acto de brutalidad cumplió la profecía de Jeremías: "En Ramá se oyó una voz, llanto y gran lamentación; Raquel que llora a sus hijos, y no quiso ser consolada, porque perecieron."

Mientras tanto, en medio de esta tragedia, José, el esposo de María, recibió una advertencia en sueños. Un ángel del Señor le instruyó a tomar al niño y a su madre y huir a Egipto, ya que Herodes buscaba al niño para matarlo. José obedeció de inmediato, llevando a María y a Jesús a un lugar seguro, lejos del alcance de Herodes.

El impacto de la masacre de los inocentes dejó una marca indeleble en la historia de Belén. Este acto no solo muestra la desesperación y crueldad de Herodes, sino también la protección divina sobre Jesús, quien estaba destinado a cumplir un propósito mayor. La huida a Egipto y el posterior regreso a Nazaret cumplieron las profecías y prepararon el camino para el ministerio de Jesús.

Este espeluznante relato muestra la tensión entre los poderes terrenales y los planes de Dios. Aunque Herodes intentó detener el cumplimiento de las promesas de Dios mediante la violencia, la providencia divina prevaleció, asegurando la protección del Salvador del mundo.